Y un aviso para navegantes: quitaos de la mente la imagen de esos seres bobos y peludos que trataban de hacerle la vida imposible a David el Gnomo...Los trolls de nuestros días son menos inofensivos y tiene intenciones mucho más oscuras.
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| Los trolls del siglo XXI no tienen esta simpática imagen |
El concepto de troll se ha desarrollado inicialmente en el mundo de internet, pero me atrevo a hacerlo extensible a todos los ámbitos de la vida actual.
Por definición, podríamos aceptar que el troll digital es un individuo que busca generar malfuncionamiento o distorsión de datos, pero con un condicionante muy importante: no tiene afán de lucro en ello.
Porque, siendo realistas y simplificando, podemos decir que el troll solo tiene un objetivo: generar el caos.
Y tras ello, obtiene satisfacción personal y notoriedad, que es el detalle que me parece más importante, más allá del mal que haya podido generar. ¿Es el troll un anarquista digital? ¿O más bien, un creativo frustrado? ¿quizá ambas? Lo que está aclaro es su afán de protagonismo, ya que la mayoría de sus acciones serán anunciadas en un foro o blog antes de llevarse a cabo.
El rango de acciones que puede emprender un troll o trolls asociados es muy variado: modificar el resultado de una encuesta, difundir un bulo , añadir comentarios absurdos a un foro o post en redes sociales, difundir una falsa opinión o crítica negativa ( sin hacer competencia desleal, ojo ) sobre una empresa o obra, etc.
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| Imagen icónica del troll digital: Trollface |
Y llegamos a la pregunta clave para cualquier empresa o página de fans: ¿cómo actuar si hemos sido "trolleados"?
Partiendo de la base que un troll busca notoriedad con sus actos, podríamos aplicar la mejor medicina posible, la indiferencia. Pero la experiencia nos dice que no es aplicable en todos los casos, especialmente cuando el troll nos está modificando el resultado de una encuesta, o cuando un bulo sobre nosotros se está difundiendo a gran velocidad, porque requieren operar cuanto antes....
-Es muy fácil detectar cuando una encuesta está siendo "trolleada", porque el troll fija su objetivo siempre en la opción más absurda posible. Así pues, la solución es bien simple: Evítemos incluir opciones absurdas en una encuesta. Sería claramente una acción preventiva, y así será muy posible que no atraigamos trolls.
Un ejemplo: Un medio de comunicación pregunta quien es la presentadora de televisión más atractiva del momento en España, y entre varias presentadoras de escultural belleza, colocan la opción de Curry Valenzuela, una mujer de avanzada edad que, no nos engañemos, no compitiría en la misma categoría que las jóvenes de las otras opciones...Así que ese fue el objetivo claro del trolleo, of course.
Esa es la vacuna, la solución a posteriori ya implica anular votos, repetir la encuesta, y supone más gasto de tiempo y medios.
-Si el el trolleo que nos afecta es un bulo, basta con desmentirlo, aunque puntualizando que el mejor medio para hacerlo es aquel dónde se ha originado: un foro, en la mayoría de los casos. La mejor recomendación es acudir a ese foro, y publicar en el post dónde se ha originado el ataque troll para cortar el problema de raíz. Muerto el perro, se acabó la rabia.
Y ahora viene el momento de la reflexión: ¿Existe la figura del troll más allá de internet? Se me ocurre un posible traslado de la figura del troll a la vida no digital: ¿Que otra cosa buscan sino el caos, los agitadores violentos que se infiltran en todas las manifestaciones, sean de la índole que sean?
Aunque en ese caso, la solución sería menos sencilla....
